Parecía una sentencia. Hacía tiempo que no disfrutaba en el mar.
El verano fue un poco duro. Aquella navegación a Menorca y Mallorca pareció un capítulo de la serie “mil maneras de acabar con tu cónyuge”: electrocución por derivación en el mando de fondeo, ahogamiento por reventamiento de zodiac, ataque biológico fúngico por entrada de agua en el camarote de proa, abandono nocturno en tierra por imposibilidad técnica de llegar hasta barco amarrado a boya, aislamiento marítimo por suicidio en inmersión del motor de la zodiac, … un largo etcétera de catastróficas desdichas habían pasado por agua nuestras vacaciones, coronadas por el final feliz de una guía de muerto enrollada en la hélice al volver a casa. Ni a Tim Burton se le habría ocurrido tal sucesión de funestas coincidencias en un solo verano. En 15 años navegando, no me habían pasado tantas cosas en tan poco tiempo.
Sí, podría haber ido mejor.
Sea como fuere, mi mujer no me envió al carajo y he vuelto al mar,...con cierta timidez inicial, lo reconozco. Me ha costado. Pero aquí estoy.
Es noviembre y esta ha sido mi segunda regata después de aquello. Las tablas de padel surf aún andaban por el camarote de invitados y los caracoles y cangrejos se paseaban de proa a popa colonizando cualquier espacio liso de la obra viva. Seguro que en otra vida tendré pasta para tener mi barco al 100 %, pero, de momento, esto es lo que hay.
Luis y yo teníamos hoy un difícil cometido: mover el barco sin viento, de empopada. Igual que todos los otros veleros que nos reunimos hoy en las aguas de Premià para hacer la regata a Arenys de Mar,…que para la clase crucero se acortaría hasta el norte de Mataró.

¿Habían 4 nudos? Manda huevs!
La salida, a rumbo 110º y hacia boya de desmarque, fue agónica. Salimos encajonados entre varios barcos, tratando de que nuestras compañías de seguros no nos ahorcasen por irresponsabilidad manifiesta en una salida descontrolada con múltiples daños por abordaje. No sé cómo, conseguimos que el otro Bavaria 38 de la competición, el de Balsamar, quedase a más de 20 m…a barlovento, eso sí. Koala, abrumado por tanto barco desventado a babor y estribor, abandonó al poco. Nos reímos con Xiulet ironizando sobre nuestra suerte, hasta que nuestros cascos estuvieron a pocos centímetros, sin un control de rumbo significativo…
Fuera como fuese, cruzamos la línea de salida. Entró el aparente en juego, y al superar los 3 nudos y pasar la boya de desmarque pusimos asimétrico. Fue bien. Empezamos a acercarnos a otros barcos, pero algo pasó y nos paramos. El viento iba a resultar muy caprichoso en esta regata.

El Dreamer empezó a recortar distancias y nosotros tratamos de buscar el mejor ángulo posible para llegar a Mataró. Cuando Dreamer nos superó cambiando el asimétrico de amura, encontramos el momento perfecto para usar el asimétrico en casi empopada, tratando de evitar que la mayor le hiciese sombra. Alcanzamos casi 6 nudos. El planeo era fantástico, pero al llegar a Cabrera empezamos a necesitar tirar a tierra. Hicimos un bordo y allá fuimos. Es increíble alcanzar casi 7 nudos de empopada. Es un éxtasis.
Ibamos como un tiro, dejando a Snoopy, Dreamer y a otros atrás. De golpe, al Dreamer le habíamos sacado 100 m. Pero era tiempo de hacer un nuevo bordo.

Entre una maniobra y la otra, habíamos dejado que el tacker subiera por el estay de proa. Genial para la velocidad, pero nocivo para el cambio de amura.
Hicimos un bordo, pasando el asimétrico de estribor a babor,…pero el tacker se enganchó con la escota del génova, el puño de amura se enredó ahí, y un fantástico ocho coronó nuestra vela de proa. Tardamos 10 minutos en arreglar el entuerto, durante los que perdimos aparente y posiciones. El Dreamer nos pasó y repasó, sacándonos otros 100 m. La competición se había ido al carajo.
Tras varias maniobras, desenredamos el enredo sin daños (milagroooo!) y seguimos hacia Arenys. Alcanzamos 6,5 nudos sobre el fondo. ¿No es una sensación maravillosa? Para alcanzarlos, era necesario dejar la mayor inútil y confiar en el espi para obtener todo el empuje y control.
Distinguimos la entrada a meta…¡tendríamos que hacer otro bordo! Hakuna entró y a nosotros nos quedaba un gran trecho. Dreamer, despistado tal vez, seguía por delante rumbo a Arenys.
La entrada, rumbo a tierra, exigía un cambio de amura bien hecho, con garantías de soportar los roles de 60º que estábamos sufriendo. ¿Conseguiríamos hacerlo?...había mucha distancia aún para asegurar el tiro.
Aguantamos un poco y viramos a babor, rumbo a tierra. Snoopy (y alguno más) iba a adelantársenos en la entrada. Dreamer recapacitó sobre su rumbo y, arriando spi, decidió entra a matar a un través.
Gracias a Lluis, a los astros y al timonel, nuestra virada fue impecable y bajamos hacia meta con el viento a 10 º de popa por babor. No había mucho juego posible y Snoopy entró antes. Pero entrar en meta a 6 nudos con el viento de popa, no tiene precio…aunque habría sido mejor hacerlo antes.
Sniff! Gran regata, con poco viento y muchos líos, pero con gran satisfacción por poder surfear sobre las olas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario