13 de septiembre de 2015
BIENVENUS AU KISKI!!!!!
A Kiski le ha costado hacerse presente. El Genius tenía que dejarle paso y su venta se encontró con un escollo importante: Tras firmar el contrato de compraventa, el motor "se gripó" en circunstancias no previstas. Mal momento para repercutir la reparación en el precio de venta... Este factor añadió un componente de disminución de expectativas de compra y nerviosismo para adquirir otra embarcación. Aunque el Genius se vendió en abril, no abandonaría el puerto de Premià hasta principios de julio,...casi reparado.
La reparación del gripaje la efectué acudiendo a un nuevo operador en Premià de Mar: Varador Barcelona (o Mit BCN, según cuenta de explotación). Me habían dado buen feeling resolviendo un problema de fibra y decidí seguir con su servicio de reparación integral. De hecho, cuando el Genius se averió justo salía de este varador tras hacer el antifouling.
Lo que ocurrió a continuación es mejor narrarlo al ritmo de los cuentos de las Mil y Una Noches y dejar que el tiempo borre lo ocurrido, como el viento lo hace con las huellas de las dunas. Por eso escribí el cuento de "El Califa de Fez" (ver en la sección "Cuentos").
Mientras tanto, encontramos un Bv 38 en Hondarribia que tenía buena pinta. Las velas eran de origen pero llevaba toda la electrónica que uno podía desear: hasta radar y un piloto automático...Dios mío,...¡Un piloto!
Sabía lo que era un piloto porque otros compañeros lo tenían, lo usaban y estaban muy contentos en sus viajes a las islas. Incluso aprovechaban el tiempo para leer, mientras que yo, con mi viejo ST 4000, no podía moverme del puesto de pilotaje porque el piloto no aguantaba nada (hasta septiembre del 2014 no averigué que había un problemilla electrónico que impedía que actuase bien...). ¿Podeis imaginaros lo que es estar 22 h pegado a la rueda del timón? He de decir que en muchos viajes tuve relevos, pero últimamente no era ése el caso.
La quilla del Kiski era de plomo y la mayor full baten. Con bandera francesa y sólo 11 años de antiguedad, llevaba la equipación "hauturiere" completa. El motor era un pedazo de Volvo 55 CV. Y, además, el interior estaba casi nuevo. Era difícil no sustraerse a los encantos del Kiski y era preciso ser rápido en la compra, pues la oferta era buena. Las negociaciones fueron rápidas y a mediados de junio desarbolamos al Kiski y lo trajimos hasta El Balís por carretera. Muy recomendable trabajar con Cepelludo y Mediterranean Rigging, gente profesional y cuidadosa en su trabajo.
Kiski y Genius se encontraron casi frente a frente en el puerto de Premià, hasta que fue posible arrancar al Genius de su sitio y llevarlo hasta su nuevo puerto base, en manos de su nuevo dueño. Fue una situación ciertamente complicada. Tuve la gran fortuna de encontrar a un comprador que sabría apreciar y querer al Genius, y estuvo dispuesto a esperarlo.
Pensamos largamente sobre si cambiar la bandera y el nombre de nuestro nuevo barco.
En cuanto a la bandera, estudiamos la legislación francesa y más pronto que tarde nos quedó claro que ser español es muy bonito pero que tener un barco abanderado en el país del "Alló, alló" es mucho más económico.
En cuanto al nombre, pensamos seriamente en el "Genius Segundo", pero todo tiene su momento. El Kiski, en cierta forma, era el fruto de nuestros esfuerzos y del de todos aquellos que nos habían ayudado cuando las cosas fueron mal, así que pensamos que, en cierta manera, este barco era el barco de "to quisqui". Y así se quedó.
En poco tiempo lo hemos probado a conciencia: un par de viajes a Menorca y hasta una mini-regata. Todo va bien y no aparecen vicios ocultos renombrables. El barco es casi como una segunda casa. Así que, Madames et moniseurs, bienvenus aux histoires du KISKI!!!!
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